Sabemos que emprender es difícil, que ser empresario es arriesgado y que tener éxito con tu propia empresa es sorprendente; pero ser empresario y tener éxito en ciudades periféricas es difícil, arriesgado, sorprendente y, sobre todo, raro.
Voy a basar este pequeño artículo en Andalucía, que es mi comunidad de nacimiento, pero podría aplicarse en términos similares en Galicia, Castilla y León, Extremadura, Aragón, Castilla-La Mancha, Asturias, etc. En resumen, en toda España menos en Madrid y Barcelona.
Empresas en el IBEX
Empecemos dando algunos datos. Solo ha habido 3 empresas andaluzas en el IBEX 35 en toda su historia; hoy por hoy, ninguna. Tuvimos a Puleva en Granada y a Sevillana de Electricidad y Abengoa en Sevilla. Lo que sí contamos es con la mayor población de España con 8,4 millones de habitantes y un dantesco 23% de paro.
Actualmente un municipio de 115.000 habitantes como Alcobendas tiene 3 grandes empresas del IBEX35 instaladas con sus sedes en su término municipal. Ojo, ha llegado a tener a 4. Por supuesto tiene un paro inexistente y es un ejemplo más de la asimetría que produce la bicefalia empresarial en España.
Contador IBEX = 35 empresas
Contador Andalucía = 0 empresas
Contador Alcobendas = 3 empresas
¿Y en el mundo startupil?
Como cabía esperar, pasa lo mismo. La concentración de capital, poder y contactos está en Madrid y en Barcelona.
En este gráfico proveniente de los excelentes informes del Observatorio de Startups de Bankinter, podemos constatar las brutales diferencias entre las dos onmipresentes ciudades con el resto del territorio. A pesar de la aparición de un pequeño oasis con la fulgurante llegada de una ciudad media como Valencia, las distancias no dejan de ser abismales en muchos aspectos: Madrid y Barcelona tienen un peso oscilante del 75-90% en todos los indicadores de inversión y ventas. La única gran novedad palpable en estos tiempos COVID es el crecimiento que han experimentado otras capitales, tal vez debido al menor contacto físico con los inversores y al movimiento de los emprendedores hacia sus ciudades de origen. El caso de Valencia es más marcado gracias al efecto tractor del ecosistema Mercadona/Lanzadera, convirtiéndose por méritos propios en un maravilloso ejemplo a seguir para las demás ciudades medias.
Fuente: Tendencias de Inversión en España 2020. Observatorio de Startups de Bankinter
Para seguir con la comparativa con Andalucía, advertimos, por ejemplo, que la ciudad de Valencia obtiene más inversión en startups que toda la región Andaluza. La ciudad de Valencia tiene unos 800.000 habitantes, 2,5 millones si contamos la provincia. Andalucía tiene 8,4 millones de habitantes, con provincias tan pobladas como Sevilla con casi 2 millones, Málaga con 1,6 millones, Cádiz con 1,2 millones de habitantes, Granada con casi 1 millón, etc.
Contador inversión y ventas startups en Madrid y Barcelona = 70-90% en todos los indicadores.
Contador Andalucía = 0-5% en todos los indicadores.
Contador provincia de Valencia = 5-10% en todos los indicadores.
Se repite el patrón de las empresas del IBEX en las startups. Andalucía es un desierto, Galicia es un páramo, las Castillas se acercan a la nada y así casi toda España. Los agujeros negros de Madrid y Barcelona absorben todo.
¿Estas diferencias son similares en los países de nuestro entorno?
Pues no, tanto en Francia, como en Italia y Alemania, las startups están mucho más repartidas y se potencia la especialización por regiones/departamentos. Respecto a empresas cotizadas, en Francia sí vemos una concentración incluso superior a la de España, pero tanto en Italia como en Alemania ninguna región supera el 35% de empresas cotizadas en sus principales índices. Al mismo tiempo, París ya se ha convertido en el principal hub de startups de Europa, aunque proporcionalmente acapara menos peso en Francia que Madrid y Barcelona en España.
Podéis ver en este sencillo dashboard de La French Tech algunas zonas del país como Nouvelle-Aquitaine con más inversión, startups y resultados que casi todas las comunidades de España, salvo Madrid y Barcelona.
Fuente: Dashboard 2021 La French Tech
Miremos hacia FranciA
Recomendaría a todos nuestros emprendedores, políticos y periodistas de startups que dejen de mirar todo el día a Silicon Valley y a sus gurús, y que echen un vistazo al norte de Los Pirineos. Ese movimiento transformador hacia una "Startup Nation" se está reflejando en acciones concretas como la Visa para trabajadores extranjeros, la financiación, la formación, la creación real de empresas en 4 días, el apoyo a las scale-up o la capacidad de sentar en una misma mesa a los directivos de las grandes empresas con los emprendedores, entre otras, que han terminado de consolidar un modelo que debería ser una referencia para todos.
Debemos copiar lo que hacen bien nuestros vecinos y adaptarlo a nuestro país. Sin tapujos, sin rodeos y sin disimulos.
¿Esta asimetría que padecemos la podemos solucionar?
Sí, sí y sí. El talento está en todas partes. Hay que impulsar un esfuerzo real desde el mundo privado y desde el público. No creo que debamos crear más incubadoras, ni más concursos, ni tomar en consideración a la endogamia startupil tuitera que sufrimos en España.
Startups e íNdice de desarrollo humano
Podemos ir avanzando en algo que nos encanta escuchar a los empresarios y es que hay que mejorar las leyes, reducir los impuestos y que la administración sume y no reste. Bien, pues sí, yo también lo pienso. Los países y regiones que han abrazado esas ideas han elevado sus resultados en innovación y sin dejar caer su Índice de Desarrollo Humano (IDH). Ejemplos como los de Alemania, Irlanda, Francia, Singapur y Corea del Sur son los de países que apoyan a su tejido productivo y apuestan de manera decidida por la innovación mientras siguen manteniendo un IDH altísimo. Insisto en el IDH porque creo que ese tipo de índices tienen más en cuenta el progreso, la innovación, la tecnología y el freno a determinadas desigualdades. Cualquiera que haya pasado por las capitales mundiales de las startups como San Francisco y Nueva York sabe que ese no es el modelo social al que debemos aspirar en Europa. Cojamos lo bueno de Estados Unidos y lo bueno de Europa. La innovación, la ambición y el bienestar social. La mejora de la fiscalidad de las empresas y el fomento de la reinversión.
Atraer trabajadores y empresas
Vivimos en un país especialmente seguro y con características excelentes y por todos conocidas de clima, gastronomía y cultura. Realmente lo estamos haciendo mal desde todos los ámbitos porque deberíamos tener a trabajadores pegándose tortas por venir aquí. Promocionemos esto, como hicimos con el turismo en los 70 y luego en el 92. Con planes agresivos, con todas las facilidades; que vengan. La persona que viene a trabajar aquí apunta a sus hijos en un colegio, compra en nuestros negocios, va al cine, al teatro, compra en la ferretería de la esquina y, quizás, su pareja monte un negocio de pan artesanal en el barrio. Hagámoslo. Ya.
“Deberíamos tener a trabajadores pegándose tortas por venir aquí. Promocionemos esto, como hicimos con el turismo en los 70 y luego en el 92.”
Ejemplos y referentes
Otro campo que reforzaría sería el de los ejemplos y referentes. Si Netflix hace una serie de ajedrez, de repente todo el mundo juega al ajedrez. Si vas por Silicon Valley, en dos días ya te entran ganas de montar una empresa global. Es así. Pongamos a los referentes delante de los jóvenes. Me encanta, por ejemplo, el programa Sputnik de Juan Martínez-Barea que pretende lanzar a 5.000 jóvenes al emprendimiento, y lo hace mostrándoles ejemplos directos y reales. No pienso que todo el mundo tenga que ser emprendedor ni empresario, pero es importante que conozcan en qué consiste serlo y que sepan que es una opción real; que lo hace gente de carne y hueso y que lucha y falla como ellos.
“No pienso que todo el mundo tenga que ser emprendedor ni empresario, pero es importante que conozcan en qué consiste serlo y que sepan que es una opción real”
Iniciativas Universidad/Empresa
Desde la Universidad hay que enfrentar a los estudiantes a problemas prácticos. Cuanto antes, mejor. Un gran ejemplo es la Fórmula Student, una competición internacional de ingeniería entre universidades que gira alrededor de la construcción de vehículos monoplaza diseñados y desarrollados por los estudiantes. He podido conocerlos y es increíble lo que hacen y cómo se organizan. Miles de chavales de todo el mundo de 19 a 24 años trabajando como empresas y robando horas a sus exámenes. ¿Adivináis un país que permite a sus estudiantes convalidar esas horas por créditos universitarios y un país que no? Correcto, Alemania lo permite y fomenta, España no.
Promocionaría, apoyaría y fomentaría 50.000 iniciativas como Fórmula Student adaptadas a cada rama de estudio: Odontología Race, Filosofía camina o revienta, Marathon Física, Magisterio a la carrera o Las 12 pruebas de Derecho. Se puede hacer mucho más.
Podría escribir horas y horas sobre este problema y sobre posibles soluciones y, sin duda, muchas personas sabrían decir aún más. En efecto, queda demasiado por mejorar. Volviendo al enfoque inicial del artículo, España es al resto del mundo desarrollado lo que Andalucía a Madrid y Barcelona: un emprendedor de provincias. Estamos a tiempo de corregir estas desigualdades internas y externas. Empecemos.
Magnífico enfoque Héctor, enhorabuena.
Creo que se podría sumar a dicho enfoque la oportunidad de descentralización que ofrece lo rural y que cada día está más presente en la mente de todo el mundo. La necesidad/oportunidad que presenta un mundo rural bien conectado es enorme y el equilibrio territorial seria mayor si a esos "Hubs capitalinos" les sumamos sus territorios circundantes. Serian nuestros orgullosos "hubs de provincias"
Salud desde la tierra de Elcano.
Las capitales siempre van a ser polos de atracción. Para que el resto de ciudades o provincias las capitales tienen que rebosar y convertirse en lugares excesivamente caros, de forma que merezca la pena emprender en otro lugar a cambio de ahorrarse el coste. En España no hay suficiente emprendimiento como para que esto ocurra. Madrid, Barcelona, Valencia tienen capacidad suficiente como para absorber, a un coste razonable, toda la iniciativa emprendedora.